viernes, 6 de febrero de 2009

Encuentro 2: Che, botón, ya hubo un par de encuentros.




Después de que se armara un bondi tremendo con los bancos (pupitres, mesas, qué sé yo, como quieran ustedes), porque a las profes se les dio por juntarlos en grupos, la profesora Eva pasó a dar la primera consigna: Deberán encontrar 5 palabras/frases/locuciones (etc.) que hoy se usan en lo coloquial y que crean que de acá a unos años van a formar parte del diccionario.
Aparecieron un par de palabras/frases/locuciones muy copadas, re piolas. Les tiro las que salieron con definiciones y también otras que no:

Careta: dícese de aquel personaje de la sociedad que no se copa, que no se prende en la joda.
Gato: prostituta. Aquel varón al que lo tienen de mulo, aquel varón que se arregla demasiado, bien conocido como “metro sexual”. Aquel que en la jerga carcelaria es el último en jerarquía
Rescatate/recatate: imperativo a través del cual un amigo rescata al otro del ridículo. Ej: eh guacho, recatate, no tomes más.
Barrilete: aquel personaje de la sociedad que la bardea en público.

Otras palabras como: chabón, birra, secuestro, corchazo, bancá, pintó, telo, bolazo, cabió, faxear, entre tantas otras.
Frases como: ni a palos, ¿qué onda?, un toque, ni ahí, va como piña, que te hagan la segunda, entre otras.

Después de matarnos de risa de estos “usos irregulares” (¿?) surgió el debate en el cual se hablo de regionalismos, de la lengua, del tiempo, de la escritura, de las costumbres, del diccionario, del uso, de las nuevas tecnologías, de las instituciones y su defensa, (entre banda de cosas más) todo en función de la pregunta: ¿cuáles son las palabras/frases que ustedes creen que van a perdurar en el tiempo y por qué?

¿La academia qué defiende? Lo correcto, la norma. (Al final estos se la dan de “unificadores” y solo invitan a Norma y su filito) Esta pregunta y su instantánea respuesta fueron el pie para que Gabriela diera paso a la segunda actividad de lectura (nos hizo bajar a todos): leer el Prólogo a la Ortografía de la RAE y "Botella al mar para el dios de las palabras" de García Márquez y marcar un fragmento en cada texto a partir de los cuales puedan establecer oposiciones entre ellos.

Esta es una de las oposiciones que surgieron (ni a palos vamos a poner todas las citas que aparecieron, vayan curtiéndose):

* “la normativa ortográfica de la lengua española es fruto e un proceso de adaptación y simplificación de los variados usos antiguos, que esta institución emprendió…”
“Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres…”

La palabra “antiguo” por un lado de la RAE, y el “jubilar” de Márquez, dan a la discusión un gran cierre, no cabe duda de que estos textos se asocian, una voz hace referencia a ello con gran entusiasmo. Esas palabras en asociación (antiguo/jubilar) dejaban de cara a todos los que estábamos ahí presentes.

Lectura del texto de Arlt por parte de las docentes


“Este fenómeno nos demuestra hasta la saciedad lo absurdo que es pretender enchalecar en una gramática canónica, las ideas siempre cambiantes y nuevas de los pueblos. Cuando un malandrín que le va a dar una puñalada en el pecho a un consocio, le dice: “te voy a dar un puntazo en la persiana”, es mucho más elocuente que si dijera: “voy a ubicar mi daga en su esternón”. (fragmento - texto completo: "El idioma de los argentino, de Roberto Arlt)


El debate empezó por la pregunta de una de las profesoras: ¿Arlt está más cerca de la RAE o de Márquez?
“Está del lado de Márquez, plantea la renovación”

Para Arlt la lengua está viva, no puede ser sometida, por mucho que se lo intente, a los caprichos de los gramáticos, ya que las reglas no se forman en los libros sino en el uso.


Antes de salir al recreo se propuso la lectura del prólogo a la gramática de Nebrija.







En el regreso, Eva y Silvina leyeron algunos fragmentos seleccionados del prólogo para comentarlos. Ente los conceptos fundamentales aparecían:

Ø La idea de la lengua como “compañera del Imperio” (las dos de la manito conquistando América y unificando España), es decir, como arma definitiva de imposición cultural. Por lo tanto, la fuerza política determina la fuerza de una lengua.
Ø Todo lo que no se adecua a la norma oficial es considerado automáticamente inferior, imperfecto.
Ø El establecimiento de una norma como modo de limitar la modificación natural de esa lengua en el tiempo.
Ø El conocimiento del código como condición para la inclusión social (el que no lo conoce se queda out)
Ø Ninguna lengua ni institución que pretenda tomar control sobre ella es inocente. (A pesar del tenor de la acusación, no se ilusionen: ningún miembro de la RAE marchó preso... todavía)

Con la lectura de “Carta” de Juan Gelman el debate se centró en el problema de la literatura y la ortografía. Claudia señaló la “función estética” y en consonancia con esto se comentó que este “ocultamiento de la forma” acentúa el significado.
“-El arte rompe los esquemas
- ¿Y para qué existen las normas entonces?”
Las posibles respuestas a esta pregunta son inabarcables...

Finalmente se les propuso a los ingresantes que escribieran un “ensayo del ensayo del ensayo del ensayo...” tomando alguno de los temas comentados en clase como eje y estableciendo su propia opinión en diálogo con los textos leídos (Se recomienda la lectura del artículo sobre el ensayo que está en el material).

Antes de cerrar la clase, se leyeron fragmentos de los textos. Lucrecia leyó una parte del suyo, en el que contaba que su prima se casó con un muchacho mejicano y que, charlando, encontraron ciertas palabras que acá, en Argentina, tienen un determinado sentido, mientras que para los mejicanos tiene otro totalmente distinto, como por ejemplo que llamen “gorra” a lo que nosotros llamamos (cito a Lucrecia) “cachucha”.



Después de risas varias y la lectura de otros fragmentos y de que llegara la hora, los mandamos a mudar porque ya tenían unas ganas de rajarse bárbaras.

2 comentarios:

Laura Blanes dijo...

este registro era para vos Eva! muy bueno!

Anónimo dijo...

Hola, soy Laura Aliaga, no estuve en la clase del viernes pasado (tercer encuentro), he leído el material correspondiente a La Literatura y he intentado analizar el cuento Ana Valerga de Silvina Ocampo, a la luz de la Tesis sobre el cuento, de Piglia, pero no doy pie con bola. Si alguien me puede dar una manito, la agradeceré...