martes, 3 de marzo de 2009

Manifiesto

Sr. Rector, profesores, compañeros, comunidad educativa toda:
Nosotros los ingresantes masculinos, grupo de hombres heterogéneo nucleados en Escote (Estudiantes Simpáticos Convocados, Organizados, Trabajadores y Estudioso) nos plantamos hoy ante esta realidad que hay que modificar…
Porque no podemos permitir grupos de estudio donde solo haya hombres; donde la testosterona prevalece y se hace sentir en el aire.
Para acabar con la discriminación de género proponemos Escote como plan. Para agregar el toque femenino a los grupos masculinos proponemos Escote. Para sumar colores y texturas nuevas y revitalizantes formas de estudio, proponemos Escote.
Defendemos la integración de mujeres escotadas, es decir, afiliadas, asociadas o simpatizantes al Escote y sus ideales
E invitamos a todo hombre y mujer (mujer sobre todo) a que se escoten ¡Basta de grupos de hombres!
Porque con Escote se come, educa, se vive y en fin, se entretiene a las masas ya que es el fin de Escote.
¡E.S.C.O.T.E Y CACEROLA, LA LUCHA ES UNA SOLA!

Integrantes: Pablo Bravo, Marcos Frangella, Héctor Maciel, Delgado León, Santiago Cáceres, Ruiz Juan I.

La lectura: escena III

Mataría por un libro.

Siempre me dijo mi mamá que matar estaba mal, golpear y hacer todas esas cosas para descargar mis nervios, también estaban mal. Me castigaba tan solo con su mirada. Ella, como yo, también dudaba de mi capacidad de escribir, pero lo único que nadie logró robarme fue el amor por la lectura. Debo de reconocer, reconocerme , que nunca pude con la culpa de no hacer otra cosa, pero nadie logrará en su existencia borrarme de la mente esos momentos de rabia, en los que una niña rubia, pequeña, dejaba sus piernecitas correr en medio del llanto; para esconderse en la pieza a leer cuentos de terror o policiales. Eso nunca me lo enseñó la escuela, pero siímis papás, que incluso en épocas de crisis, tratándose de literatura, gastaban sus ahorros en libros para mí.

Qué feliz me sentía, sí Porque ante la imposibilidad de escribir, o de hacer realidad todo lo que estaba mal, me ponía a leer. Mi súper-yo, extremadamente moral y represor, me decía que matar estaba mal, que pegar estaba mal; como mi mamá, mientras la lectura me hizo sentir que satisfacía esos deseos escondidos.

Repito, que feliz me sentía al leer en alguien más, lo que yo nunca pude decir, y encima decorado con bellas palabras. Eso sigue siendo hoy, la mejor terapia…

Jésica López

lunes, 2 de marzo de 2009

algunas imágenes del T.T.




















viernes, 27 de febrero de 2009

Acerca del examen para Ingresantes al Profesorado de Castellano, Literatura y Latín

El examen previo al ingreso no es eliminatorio. Pretende constituirse como diagnóstico para que los y las profesores/as de las materias de primer año tengan elementos básicos acerca de los saberes de los y las ingresantes.

Por otra parte, este examen no pone el acento en los contenidos específicos de las materias de la carrera -pues estos serán abordados a lo largo de la cursada de las 32 asignaturas- sino en las prácticas de lectura de textos literarios, ensayísticos y teóricos vinculados con el lenguaje y la literatura como objeto de reflexión.

Las prácticas de lectura suponen comprender, interpretar, posicionarse frente a los textos con lo que el lector ya “trae” de sus experiencias previas de lectura y, a la vez, asumir una posición reflexiva de desafío y curiosidad frente a lo nuevo. En este sentido es que se concibe, de modo muy general, esta instancia en la que los y las ingresantes darán cuenta de su lectura.

Respecto de la escritura, se trabajará sobre un recorrido reflexivo por los textos literarios y teóricos y, por eso, se propiciará la producción de escrituras de cierta extensión, en las que las ideas se desarrollen suficientemente.

¿Qué tipo de textos pueden aparecer en el examen?

Serán textos literarios, críticos y teóricos.

Se recomienda consultar el "El material" (del Curso para Ingresantes al Prof. de Castellano, Literatura y Latín) que está en las fotocopiadoras del Instituto, en el que consta la totalidad de los textos abordados en el Curso para Ingresantes. La lectura del cuadernillo brinda una idea acerca del tipo de textos (no se trata de que esos mismos textos vayan a aparecer en el examen).

Entre ellos, los siguientes pueden constituir una primera selección, solo con el fin de orientar un recorrido de lectura: los cuentos de Silvina Ocampo ("Ana Valerga", "La soga" y "Cielo de claraboya") o "El posible Baldi" de Onetti; los ensayos de Roland Barthes "El pobre y el proletario", "Juguetes" o "Novelas y niños"; los elementos teóricos que Piglia brinda en su "Tesis sobre el cuento"; sobre la lectura, el "Prólogo" de Pezzoni a El texto y sus voces y "Lecturas del día y de la noche" de M. Petit; sobre el lenguaje, se sugiere reconocer las diferentes preguntas que plantean Ferdinand de Saussure en "El signo lingüístico" y Paola Iturrioz en "Representaciones". Más vínculos a otra bibliografía leída puede hallarse en los registros de cada encuentro del Curso para Ingresantes (consultar: www.castellano2009.blogspot.com).

¿Cuándo? ¿Dónde?

La fecha del examen es el miércoles 4 de marzo. Habrá dos turnos: a las 16 y a las 18. Recordamos que el lugar es en Rivadavia 3577 (donde se está llevando a cabo el curso).

Por cualquier otra duda, consultar escribiendo a la dirección de correo electrónico: ingresocastellano09@gmail.com

Las profesoras: Eva Bisceglia, Gabriela Herrera y Silvia Trillo
La Junta del Departamento de Castellano, Literatura y Latín

miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuento infantil – Fórmula matemática

Hace 2/25 vez, en un plano inclinado en 25o15´32´´, un 0 (cero) rodaba con MRU (Movimiento Rectilíneo Uniforme). Al llegar a un punto x (que podríamos definir como x=2x-5y), se topó con otro cero. Debido a la velocidad que llevaba, la fuerza hizo que se sumaran.

Por allí pasaba el hada de la igualación, la que en otros bosques recibía el nombre de Rufini y Resto, y al ver a estos dos ceros, tan acongojados por saber que sumado cero a otro cero no da otro resultado que cero, con su varita mágica de raíces cuadradas y potencias, los igualó a 8 (ocho).

Colorín colorado, obtener el final de este cuento aplicando regla de tres simple.

Adrián Paenza
En: "Matemática, ¿por dónde carajo anduviste?"
2006, Ed. Anagrama

CARTA AMOROSA - DISCURSO POLÍTICO


Querida compañera:


Omito tu nombre para el caso de que esta carta caiga en manos de la requisa, y para que no puedan identificarte. Si esta carta llega a vos, quiero que sepas que cada día te extraño más.
Seguir en la lucha desde acá, sin tu apoyo y aliento, se me hace muy difícil. Pero al recordar lo que nos motivó a l nuestros ideales, recobro las fuerzas para mantenerme en la lucha, como vos, amada, lo estarás afuera.
Desde acá no puedo hacer mucho más que darte ánimos y recordar entre tristeza y alegría tantos momentos compartidos.
Espero con ansias nuestro reencuentro para continuar en la lucha que han iniciado nuestros antepasados contra la burocracia sindical.

Hasta la victoria. Te ama.
Fulano
Rita, Ana, Clarisa, Mario y la 5ª persona

Encuentro 7: La lectura (Turno Noche)

Comenzamos el encuentro con la presencia de dos invitadas de lujo: Romina Pizzorno (ayudante del curso de ingreso en el turno tarde) y Victoria Sastre (adscripta en la cátedra de Metodología 1), que vinieron a presentarnos un fanzine que editan, junto con otros colaboradores. Es un proyecto que surgió entre gente del JVG y se llama Didáctica de la fantasía.
[Un fanzine es una publicación de bajo costo de impresión y que puede ser distribuída masivamente, fuera del mercado editorial.]

El título de la publicación es un homenaje a Gianni Rodari, un autor italiano que trabajó con propuestas de escritura para el aula, en su libro Gramática de la fantasía.
Este fanzine está dirigido a docentes, con el objetivo de ayudar a realizar una sistematización de la práctica cotidiana, ya que “la didáctica está en el aula”, (Vicky).
Consta de cuatro secciones:
1. Consignas, de escritura lúdica o creativa, para realizar en la clase.
2. Escrituras, en donde se presentan trabajos de alumnos, pertenecientes a tanto a ámbitos de educación formal como no formal.
3. Lecturas, que consisten en material teórico preparado por especialistas.
4. Artes combinadas, donde se presentan distinto tipo de imágenes (dibujos, fotos, etcétera) en relación con consignas de trabajo.

Al respecto, Gaby comenta la importancia de que el buen trabajo que se realiza en el aula se transmita, ya que el trabajo docente suele ser muy solitario y “no hay proyecto que no sea colectivo”.

Luego, comenzamos a trabajar con el cuento de Silvina Ocampo, “Ana Valerga”, a partir de las preguntas: ¿qué resuena en este texto?, ¿qué llama la atención?
Surgen distintos comentarios:
Se trata de educación no formal, es lo que se necesita en ciertos sectores.
Propone que el fin justifica los medios.
Juega con distintos puntos de vista: el de los funcionarios que clausuran la clase, el de Ana Valerga, el de los chicos, el de los padres. No todos son coincidentes.
El método de Ana V. no es tan autoritario como parece, los chicos mezclan la fantasía y la realidad.
La obediencia es un medio para lograr el objetivo de enseñar.
Aprovechó un recurso y lo desarrolló.

Gaby expone la idea de que el narrador proporciona datos ambiguos, no nos deja las cosas claras, nos hace dudar todo el tiempo. También propone que se analice el cuento desde el texto mismo, evitando los juicios morales sobre el personaje.
Propone la siguiente pregunta: ¿el método es positivo?
La mayoría acuerda en que sí lo es. Y una voz comenta que “cuando un método diferente al convencional funciona, es un peligro, rompe con lo instituido”.


Silvina Ocampo


Lo interesante de este texto, nos dice Gaby, es como está trabajado, como muestra lo que ocurre con lo hegemónico, con la mirada de las autoridades, con las relaciones de poder. El texto no dice, sino que sugiere, propone, deja pensando.
Desde esta reflexión surgen las dos lecturas posibles que pueden hacerse de la frase final, “no parecían muertos como antes”. ¿Quiénes? ¿Los chicos o los próceres?
Sobre este particular, alguien comenta que “el texto juega con la duda, enriquece la lectura”.
Y Gaby enriquece nuestros puntos de vista comentando como Silvina Ocampo trabaja siempre el deslizamiento entre lo fantástico y lo real (¿es este un cuento fantástico, o no?), todo queda en sobreentendidos.

A las 19.30, bajamos al corte de calle que están realizando los alumnos del JVG a raíz de la mudanza del edificio, y seguimos allí la clase.
Comenzamos a leer “Felicidad clandestina”, de Clarice Lispector, y comenzamos el análisis desde el título mismo: ¿qué significa pensar la literatura como una felicidad clandestina?
Significa que es algo íntimo.
Algo que no se quiere compartir.
No es una lectura institucionalizada.
Es privada, algo que se lleva a casa.
Nadie te dice lo que tenés que interpretar, no hay nada que regule.

Por eso toda lectura es potencialmente clandestina, subversiva, incita a la libertad, nos dice Gaby.

Clarice Lispector

Sobre esto, alguien comenta que es “el placer que para esa lectora representa el libro, lo que es difícil conseguir, el deseo”. Con el deseo volvemos al primer encuentro (todo está conectado…) y Gaby presenta el texto de Petit, que plantea las diferencias entre las lecturas diurnas y nocturnas en una comunidad rural.
De día, se lee en grupo y se eligen temas utilitarios. De noche, se realiza una lectura solitaria, en un contacto más íntimo y menos reglado con los textos. El peligro de esta lectura es que permite diferenciarse de los otros, y allí radica “el peligro”.
La lectura individual promueve el cuestionamiento de las instituciones, de los grupos de pertenencia.
Luego de una interesante discusión (que fue muy larga para relatar aquí), nos fuimos al ya tardío
RECREO

Volvimos y leímos el texto de Pezzoni sobre el lector como crítico. Entre las docentes y el grupo se llega a la conclusión de que ninguna lectura es igual a otra. Cada experiencia, cada nuevo texto aporta nuevas ideas y, aunque leamos un libro dos veces, la nueva lectura no será igual a la anterior.
Surge la idea del lector en pugna con el texto y el lector como productor de sentido. Para producir, hay que pelearse con el sentido, no solo encontrarlo.
Finalmente, pasamos al texto de Fontanarrosa, “Poncio, el profeta”, que la mayoría, por suerte, había leído antes de la clase (era bastante largo como para leerlo entre todos).
Poncio y el faucetorio (según la pluma de nuestro dibujante amigo, Daniel Zilberberg)

Gaby explica como lo que produce el humor es la negación de la figura del escritor. Las notas al pie comienzan siendo de lo más "respetuosas" y, sobre el final, terminan demoliendo al autor del relato de Poncio: el lector, como crítico, no puede evitar decir lo que piensa.
Lo que ocurre en las citas, ocurre en el texto: el dios es mentiroso y el erudito, también.
Llegamos a la conclusión de que el humor también es clandestino.

Como regalo, en el cierre leemos “Kafka y la muñeca”, de Paul Auster, y nos emocionamos mucho todos (que manera de leer en este encuentro…).

martes, 24 de febrero de 2009

Rechazo,
Dolor.

No lo viví,
pero sé que ahí está el sufrimiento.

Puedo meterme adentro
y sentir la humedad de esa casa,
el olor a encierro
.

Pero ese hombre busca una salida,
tiene las herramientas para hacerlo.
A pesar de la naturaleza hostil.

La mujer pregunta:
¿qué vamos a hacer?
Ella piensa: primero mi hijo.

Frustración, impotencia,
enojo en su puño cerrado,
furia que quiere accionar...

...pero afuera... la luz

Patricia Porchia-Magalí Varela-Victoria Contreras-Ana Serarols

Cómo explicar la ansiedad...
la prisa de encontrar el momento,
la avidez de estar sola.
Necesidad de un tiempo mío,
conectada con la fantasía
tan cercana a mí, tan parte de mí.

El placer de la quietud en la mañana,
casi al alba, cuando todo duerme.
Entreabriendo lo añorado.

Deleite es la palabra, no puede haber otra para mí.
Deleite mi sentir, mi ver, mi oler, mi tocar.
Mágicamente, envuelta en palabras de otro me voy,
me fui. No vuelvo, no quiero.

Mientras vuelo ruego
que no termine...

Deleite,
degustando el relato exquisito
de matices y sabores nuevos,
conocidos, míos también.

Este instante se eterniza en un presente en plenitud.



Ana Serarols

Encuentro 6: los géneros (T.T.)

Retomamos un texto que pone en juego la gramática, que pone en juego cosas vistas en el encuentro anterior: “Siempre y Nunca contra A veces” del subcomandante Marcos.
Ayelén comenta que en cuanto a lo semántico se cambia el uso del adverbio en el texto, se usa como sustantivo propio, en cuanto a lo morfológico señala el uso de las mayúsculas. Se debate acerca del uso de las comillas: “ está relacionado con los poderes, es algo que está diciendo otro”, señalan.
Jésica hace referencia al tema de la ideología: “está jugando con las relaciones políticas y sociales”:.
Luego, se discuten algunas ideas acerca de la relación entre la gramática y la literatura, en general: “la gramática es una herramienta de la literatura para comprender los texto”, dice Laura. Ayelén agrega: “sin gramática no hay literatura, formalmente. Jésica: “la literatura permite modificar cosas de la gramática”. Ayelén continúa: “la literatura es creación y se puede ampliar a las palabras, poder crear y enriquecer el lenguaje”.

A continuación comenzamos a hablar del texto acerca de los géneros literarios, a partir de los comentarios o dudas que surgían de la lectura.
Johana: “un texto puede estar excelente igual, aunque no me dé cuenta el género, me puede gustar o no igual”.
Jésica: “poner un canon me ayuda para poder prepararme con respecto a lo que voy a leer”.
Hablamos del concepto de “esferas de la actividad humana” y comentamos que tiene que ver con los ámbitos sociales y de las diferentes formas de expresarse y comunicase con el otro, no sólo en relación a lo escrito, sino también lo oral.
Se produce un debate acerca de la importancia del género teatral en la escuela. Johana: “ al teatro se le da menos lugar porque está hecho para ser visto”. Alguien comenta: “a mí me gusta también leer la obra, porque te la imaginás”. Jésica: “la obra de teatro leída permite la participación masiva en el aula”.
Johana comenta acerca de la diferencia entre epopeya y novela: “ en definitiva es lo mismo, el viaje del héroe”.




Luego, leemos Biografía de Tadeo Isidoro Cruz, de Jorge Luis Borges.
A partir de algunas preguntas que propone Silvia y los participantes del encuentro discuten en grupos, lo comentamos entre todos.
Antes, una confusión: “¿Tadeo Isidoro Cruz vive 120 años” preguntan algunos; otros ya comienzan a hacer interpretaciones: “era el hermano de Tutankamón”. Mientras, y ante la pregunta de los integrantes del encuentro, comienzan una búsqueda desesperada de la biografía de Tadeo Isidoro Cruz, su año de muerte. Mensajes a gabriela (una de las profesoras de la noche), llamados. Hasta que un amigo de Laura nos comunica que el fallecimiento de Cruz era en 1874. Aclaramos el error de tipeo y se observan varias caras de desilusión, ya que esta corrección arruinaba varias interpretaciones.




“No es una biografía, es un cuento”, señalan. Jésica dice que la función del título es hacer vivir a un personaje que en Martín Fierro estaba relegado, “cuenta los hechos más importantes de su vida”.
Laura opina que “hay una intención de hacernos creer que el personaje es real”.
Una voz agrega que “podría ser una biografía” y justifica con algunos fragmentos del texto.
Adrián no se quiere convencer: “entonces, a lo mejor, ese número 1949 no estaba mal”.
Mayra: “cuenta la vida de Cruiz desde antes, no el hecho puntual como en Martín Fierro”.
Laura: “la fecha de publicación de Martín Fierro coincide con la fecha de muerte de Cruz, 1874”.
Federico: “hay un cruce, un momento crucial”.
Johana: “Borges reduce la vida de Cruz al destino y a ver quién es”.
Ayelén: “Borges busca algo más filosófico”.
Johana: “el entorno influye en quién es, pero Cruz es particular”.
Mayra: “juega con lo que uno sabe y lo que uno no sabe de la historia”:
Comentamos acerca de la presencia de otros géneros en el cuento: “expresiones gauchescas, historia, la biblia, la tragedia griega (el destino)”.
Se anuncia un trabajo de escritura, cuya primera entrega es el martes 18/02. Se trata de poner en relación fragmentos de los textos teóricos (“Tesis sobre el cuento” de Piglia, “Los géneros literarios” de Oberti y”El texto histórico como artefacto litarario” de Hayden White) con el cuento de Piglia “La loca y el relato del crimen”.

Luego del recreo, leemos el “Prólogo” de Operación Masacre de Rodolfo Walsh.

jueves, 19 de febrero de 2009

Encuentro 5: La gramática (T.N.)

Luego de la presentación de la Jefa del departamento, prof. Silvia Seoane, la clase tuvo marcha con la pregunta de Eva: "Cuando iban al secundario, ¿cómo llamaban a la asignatura que nos compete? ¿separaban la carpeta de alguna manera en especial?"
No todos hablaron, pero gran parte reconoció que los hacían dividir la carpeta en partes como:
"Lengua-literatura-ortografía"
"Literatura-normativa"
"Literatura-gramática"
"Coherencia-cohesión"

El debate se centro en por qué y para qué se hacían esas divisiones. Se habló de cuestiones como separar lo práctico de lo teórico y que una cosa llevaba a la otra, es decir, la oportunidad de conocer la gramática para poder escribir bien (o leer mejor) después. Algunas de las cosas que se escucharon en el debate fueron:
"Escribir, escribe cualquiera. No es necesaria la gramática"
"No es necesario, leer te ayuda, te guía"
"La gramática describe lo escrito"
"Te lo enseñan aislado y después no sabés cómo aplicarlo"

Acto seguido, propusimos la lectura de "La lengua del relato más allá de la frase" de Roland Barthes, y les pedimos que seleccionaran algunos fragmentos, con la finalidad de hacer relación entre discurso y frase.
"Lo que dice Barthes de la frase es como lo de las moléculas y las materias"
"El discurso es un grupo de frases que se relacionan"
"El autor plantea que tendría que haber otro tipo de estudio para el discurso, diferente del que se hace para la frase"

La prof. Gabriela hizo la pregunta: ¿Cómo sería esto de analizar la frase o el discurso?
"En la frase se puede encontrar un sujeto y un predicado"
"Buscar las funciones, relaciones que se establecen entre los elementos de la frase"
Y la prof. Eva preguntó: ¿Qué relación establece el autor entre lenguaje y discurso?
"Una relación de identidad"
"El discurso, no como herramienta, sino como espejo del lenguaje"

Después pasamos a trabajar dos textos literarios. Un cuento, "Historia verídica" del Historia de cronopios y de famas, y el capítulo 68 de Rayuela, ambos de Julio Cortázar. La propuesta fue hacer dialogar estos textos con el de Barthes y pensar entre todos qué aspectos gramaticales están puestos en primer plano.

Muchos de los presentes coincidieron en que "Historia verídica" es un buen ejemplo de un discurso como una gran frase, con un Sujeto, un Objeto directo y hasta Circunstanciales.

El fragmento de Rayuela produjo asombro y más participación:
"Habla de un encuentro sexual"
"Le agrega una sílaba a las palabras"
"¿En qué idioma está escrito? ¿o es un juego?"
"Están realizando un acto de amor, todo da una idea de sensación"
"No se puede analizar sintácticamente"
"Sí se puede, se adapta a la gramática pero las palabras son desconocidas o inventadas"
"La sumatoria de las frases hace el todo, tal vez por separado pierde la magia"

RECREO (Como la institución está atravesando una situación particular en relación con la mudanza al nuevo edificio, se decidió que el recreo se extendería unos minutos más a fin de que aquellos que quisieran participaran de la asamblea para informarse).

Luego del recreo, la prof. Eva propuso que cada grupo eligiera del corpus de textos literarios siguientes en El material (entre los cuales había poemas, cuentos y un fragmento de una novela), uno o dos textos en los que los aspectos gramaticales estuvieran puestos en primer plano.
En la puesta en común, se escuchó lo siguiente:

Respecto del texto Subcomandante Marcos:
"Juega con las palabras y los significados"
"Se usan como sujeto palabras que no suelen estar en ese lugar, como los adverbios"

En referencia a "Espantapájaros" se dijo:
"Es interesante cómo el dibujo tiene que ver con la ubicación de las palabras, cada parte del cuerpo tiene un párrafo distinto"
"Aparecen personas gramaticales conjugadas, pero para señalar el no conocimiento"

Del poema de Santoro:
"El título hacer referencia a una característica gramatical, pero la irregularidad de ese verbo no tiene que ver con lo gramatical"
"Quiere dejar en claro que el verbo también cambia con la persona. No todos hacen lo mismo"
"No es un verbo irregular, se da una conjugación por personas pero de distintos verbos, cerrando con que 'ellos matan'"

Y por último se hablo del poema "Figuras y silencios" de Pizarnik:
"Pareciera que no hablara con nadie, pero si leés las primeras letras de cada verso dice : MAMÁ" "Gramaticalmente es incorrecto pero tiene sentido"
"Se usan verbos impersonales de manera personal, como anochecer o morir"

Cerramos la actividad destacando la importancia de la reflexión gramatical no sólo para los textos literarios sino para los discursos en general, e invitándolos a seguir leyendo para el próximo encuentro.

miércoles, 18 de febrero de 2009

La lectura: escena II

Era nuevo. Mi hermana y yo lo percibimos muchos antes de que mi mamá lo dejara sobre la mesa. ¡Sí! Un libro nuevo. Una nueva historia a la espera de ser descubierta. Pero… ¿quién sería la primera en leerlo? ¿Mi hermana o yo?
Como cazadoras en busca de una nueva presa, olisqueamos el aire hasta sentir que nos embriagábamos con el aroma a novedad, la esencia de las páginas y la cubierta. Corrimos hacia él casi, diría, con las bocas echas agua. Como dos duelistas nos enfrentamos, una delante de la otra y, por supuesto, libro de por medio.
Los ojos de mi hermana se desviaron de mi rostro para contemplar fugazmente, pero con anhelo, el preciado libro del cual no sabíamos ni su título. Sin embargo, poco importaba.
Como buena tramposa, me arrojé sobre él. Casi lo tenía sobre mis manos hasta que esa mujer (sí, mi madre) vil y cruel me lo arrebató antes.
— Es mío, por lo tanto lo leo primera.
Se encerró en su pieza sin voltearse siquiera. Mi hermana y yo nos miramos. La supervivencia del más fuerte. En este caso nuestra madre.
Magalí Varela

En una esquina de Buenos Aires


Esa noche la encontró sombría. No había visto en su mirada esa alegría, no había visto en ella esa luz que siempre la hacía brillar como una pequeña luciérnaga en aquel pequeño escenario. Su baile carecía de aquella magia que le da una mujer al tango.
Sus pasos eran fríos y calculados; no solo él notó esto. Al parecer, aquel cuarteto que se encontraba de turno tocando cuanta canción de Gardel pudiera vio que ella carecía de la esencia que lleva un baile como tal.
Esa noche el café "Tortoni" se mostró sombrío. Las flores que decoraban sus mesas no estaban frescas, había un aire de luto; aire que parecía apoderarse de la gente que ahí se encontraba.
Cuando la melodía concluyó, Anahí salió de allí tan rápido como pudo, sin decir adiós. Nadie percibió que ella se había retirado. Diego, quién iba todas las noches a verla, en cambio sentía cómo en su interior crecía una pequeña llama de duda respecto a la actuación de la joven aquella noche. Tomó una decisión y la siguió.
La encontró en la esquina de ese café, llorando, al ritmo de una canción que en la calle un hombre tocaba con su bandoneón.
Al verlo, Anahí lo reconoció. Pensó en huir, quería alejarse de él. Por dentro se preguntaba por qué tenía que hacerlo, por qué huir; al no encontrar una respuesta, decidió quedarse ahí, a la espera.

-¿Qué sucedió hoy? No vi la misma flor que noches atrás desprendían una vida y aroma únicos. Hoy se mostró marchita.
Le dijo Diego, un tanto nostálgico deseando tenerla entre sus brazos para consolarla y cuidarla por siempre.
Intentó hacerlo, pero la joven se apartó de él, suplicando que no lo hiciera en una mezcla de grito forzado y dolor.
La música cesó.
El le suplicó que le dijera que sucedía ya que tan enamorado estaba, no podía tolerar esa situación. Hay cosas que el corazón no resiste.
La joven, un tanto perturbada, tomó aire decidida a contestarle.
- Mis bailes no volverán a ser los mismos de antes. Mi alegría, pasión y corazón se fueron con un hombre que no me corresponde.
Lo miró a los ojos. Él, la tomo de sus manos.
- Yo puedo corresponderte -le dijo, sabiendo (por aquella profunda mirada) que era a él a quien hacía referencia- puedo darte cada pieza de tango, cada gota de pasión. -vio cómo aquel brillo volvía a florecer.
Se besaron unos instantes con un amor y una pasión únicos, tan únicos que parecían salir de un tango aún no escrito.
Comenzó entonces a llover y ella no pudo resistirlo.
- ¡No puedo amarte! - le dijo, rompiendo en lágrimas otra vez- debo olvidarme de ti ¡si no, no volveré a bailar nunca!

Y se fue de allí, dejando el corazón de un hombre enamorado hecho trizas, como a un niño a quien han despojado de su mayor ilusión, en aquella esquina de Buenos Aires.



Montserrat Patiño

lunes, 16 de febrero de 2009

La lectura: escena I

Mi espacio “íntimo” de lectura

Vivir en Hurlingham y trabajar en el Microcentro fue mi rutina durante muchos años: tres horas diarias de mi vida arriba de trenes y subtes, un tiempo muerto, irrecuperable. De pie la mayor parte de las veces, otras, sentada, mi única revancha era la lectura.
Recuerdo la muerte absurda de Juvenal Urbino, intentando recuperar al loro escapado de su jaula, en “El amor en los tiempos del cólera”; me parece que ocurrió entre las estaciones Martín Coronado y Bosch. O el final de una novela de Osvaldo Soriano, “La hora sin sombra”, esta vez entre Once y Morón, Ferrocarril Sarmiento. Lloré sin pudor, si total, ¿a quién le podía importar en ese vagón repleto?
Pero lo que recuerdo más vívidamente es la lectura de “Palabras iniciales” de Roberto Fontanarrosa. Me senté en Lacroze y apenas comencé con “Puto el que lee esto…” no pude parar de reírme, pero con todo el cuerpo, me sacudía de risa, a carcajadas. Y bueno, el tipo que dormía sentado al lado se despertó y me fulminó con la mirada. ¡Qué impertinente!... ¡dormir en el tren cuando una lee a Fontanarrosa!

Laura Aliaga (T.T.)

Kafka y la muñeca

Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora, su pareja, lo acompaña. Un día, se encuentran con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. “Tu muñeca ha salido de viaje”, le dice. “¿Y tú cómo lo sabes?”, le pregunta la niña. “Porque me ha escrito una carta”, responde Kafka. La niña parece recelosa. “¿Tienes ahí la carta?”, pregunta ella. “No, lo siento”, dice él, “me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo.” Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad?
Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al escritorio y Dora, que ve cómo se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y tensión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.
Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.

Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su compromiso durante tres semanas, Nathan. ¡Tres semanas! Uno de los escritores más geniales que han existido jamás sacrificando su tiempo (su precioso tiempo que va menguando cada vez más) para redactar cartas imaginarias de una muñeca perdida. Dora dice que escribía cada frase prestando una tremenda atención al detalle, que la prosa era amena, precisa y absorbente. En otras palabras, era su estilo característico y a lo largo de tres semanas Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce a otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta a determinadas complicaciones que han surgido en su vida y hacen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la mueca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura encontrar un final satisfactorio, pues teme que, si no lo consigue, el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.
Para entonces, claro está, la niña ya no echa de menos a la muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen esas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia. La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir.


The Brooklyn Follies, de Paul Auster.

According to my mood/ De acuerdo con mi estado de ánimo


I have poetic license,
i WriTe thE way i waNt.
i drop my full stops where I like………….
MY CAPITAL LetteRs go where i liKE,
i order from MY PEN,
i verse the way i like
(i do my spelling write)
According to My Mood.
i Have poetic license,
i put my comers where I like,,((()))
(((my brackets are write ((
I REPEAT WHen i liKE.
i can’t go rong.
i look and i.c.
it’s rite.
i Repeat when i liKE. I have
poetic license!
Don’t question me????


Tengo licencia poética,
eScribO dE la forma que qUiero.
dejo caer mis puntos donde quiero…….
MIS MAYÚSCULAS van donDe quIEro,
le ordeno a mI laPICERA,
verso de la forma que quiero
(respeto la ortografía)
De acuerdo a Mi Estado de Ánimo.

tEngo licencia poética
pongo mis comas donde quiero,, ((())))
(((mis paréntesis son correctos ((
rEPITO cuANdo qUiERO
No me puedo quivocar

miro y V. O
está bien (ó es un rito)
rePito cuando quIERO. Tengo
licencia poética!
No me cuestionen????


Poema de Benjamin Zephaniah, acercado por María Florencia Sanchez.

Encuentro 5: la gramática (t.t)



(pintura de Mark Ryden)


A partir de la lectura de “Sexa” de Luis Fernando Verissimo comenzamos a incursionar en el mundo gramatical. Las siguientes preguntas funcionaron como disparadores:

¿Qué definición de gramática podemos construir a partir del texto?
¿Qué mensaje sobre la gramática nos deja?
¿Qué definición recuerdan de la escuela?



Las respuestas fueron las siguientes:

Para Laura "el texto da cuenta de cómo muchas cosas de la cultura están puestas desde el masculino, es la expresión de miles de años en los que los hombres tuvieron el poder.”
Alguien aventuró que esto es porque “el hombre fue el primero en escribir” y, por tanto, que “la gramática es machista.”

La profesora Romina comenta que la lengua es social y en ella vemos las marcas de las decisiones de una sociedad.

Laura agrega que otra temática del cuento es la del placer sexual, que da a entender que siempre fue del hombre, que por mucho tiempo le estuvo vedado a la mujer.
Para Jésica el personaje del nene “en vez de buscar la regla busca la lógica, la regularidad.”
Johanna comienza a definir la gramática como “parte de la lengua que estudia las palabras.”
Carla propone como definición “el orden que llevan las palabras en una oración de manera tal que logren cohesión y coherencia.”
Laura plantea que “la gramática aparece en el texto como algo rígido y que éste propone modificarla.”
En cambio para Guadalupe y su grupo “la gramática brinda la mutabilidad a las palabras, otorga variabilidad al lenguaje. Gracias a la gramática se puede transformar la lengua.”

Luego de esto llegamos a una definición (básica, introductoria) de la gramática como ciencia que estudia los elementos de una lengua y sus combinaciones, se divide en diferentes criterios: criterio fonológico, la combinación de los sonidos; criterio semántico, el estudio del significado; criterio morfológico: el estudia de la forma, de los diferentes elementos que conforman una palabra; criterio sintáctico, la relación entre las palabras.

Con la lectura de “La lengua del relato más allá de la frase” de Barthes discutimos la diferencia entre oración y discurso y cómo, finalmente, un discurso podía conformar una frase y ser analizada de la misma manera.

◘◘◘Recreo◘◘◘

Luego del merecido descanso, profes y ayudantes leímos "Espantapájaros" de Girondo y lo analizamos a partir de la ruptura de algún criterio gramatical.

Entre todxs consideramos que se podía dividir en cuatro partes.
Cabeza: juego morfo-sintáctico, se conjuga el verbo saber y, paradójicamente, se niega.
Brazos/hombros: juego fonológico (repetición del sonido sión, cacofonía). Lo prohibido.
Tronco: juego semántico. Creo con varios sentidos: parecer, fe, crear. Expresa la duda.
Piernas: juego morfológico por la segmentación de las palabras, también fonológico porque pareciera una canción infantil.

A partir de este análisis interpretamos que el poema trata de la búsqueda del saber, que describe el crecimiento de una persona que llega a la conclusión “sólo sé que no sé nada”.

En grupos, hicieron esta misma propuesta con el resto de los poemas del módulo. Aquí van algunos análisis:

“Historia verídica” de Cortázar: lo inesperado, lo paradójico, se expresa con cambio semántico del concepto de milagro.

“Capítulo 68” de Cortázar: inventa palabras pero hay cierta guía, se podría entender su significado a partir de los sonidos de las palabras, de lo fonológico. Pone en evidencia la función del lector, que siempre asigna significados.
“Verbo irregular” de Santoro: la irregularidad marca la diferencia, los otros (ellos) son ajenos a las otras personas que se encuentran en una misma realidad.

El resto de los grupos compartirán sus análisis en el encuentro siguiente. ¡Hasta entonces!







Año 194… una mujer abre la puerta, entra, abre la canilla y deja el agua correr para llenar la bañera.
Se saca la pollera, desabrocha el corpiño y extiende la mano para probar si el agua está tibia. Se quema, abre la canilla de agua fría. Termina de desvestirse.
El piso está frío y ella descalza. Tira su ropa en el cesto de mimbre, cruje.
Sale.
Vuelve a entrar, ahora trae un cuaderno y algo para escribir.
La bañera está casi llena. Se para frente al espejo, está empañado, lo limpia con su mano y se refleja.
Apoya el cuaderno en el mueblecito ubicado al final de la bañera. Busca una toalla de mano y la coloca cerca.
Se mete en el agua. Tibio. Se hunde, se enjabona. Primero las piernas, luego los brazos, el vientre y su pecho, se hunde y se enjuaga. Se queda un rato pensando, en el vapor le cuesta respirar.
Toma la toalla y se seca las manos. Agarra el cuaderno con las manos apenas húmedas.
Lo deja en su lugar.
Se revuelve en el agua, se hunde, patalea, mira sus manos arrugadas por el agua, tiene la piel blanda. La hoja sigue en blanco.
Patalea en el agua, le gusta escuchar como se rompe el silencio.
Se levanta y el agua suena como el mar, mejor dicho como cuando las olas rompen en una gran piedra. Apoya los pies en el piso frío.
Dejando huellas de agua sale
Vuelve a entrar con un cigarro encendido en la boca.
Se mete en el agua, con cuidado de no mojar su cigarro recién encendido.
Fuma. Disfruta de ver como asciende el humo, desde una mirada infantil.
Toma el cuaderno, y su cara muestra un gesto de tristeza al ver que la hoja sigue en blanco. Hace tantos años que no escribe.
Apoya la lapicera…
Escucha un ruido extraño…
Luego de 50 años, en una tarde de otoño, una niña revisa una caja llena de fotos y papeles, quizá periódicos o cartas. Curiosa revuelve, esperando encontrar algo que la satisfaga. Revuelve. Fotos viejas, nada más. En un costado de la caja encuentra un cuaderno negro, en la tapa dice Mis notas. Lo abre y está en blanco la primera página. Lo revisa, nada, en blanco. Pero descubre que en la última página en un rincón hay algo escrito. Le cuesta entender la letra…
“Jamás volveré
Inmersa en un mar de dudas estoy
Me pregunto si podrás hacerlo.
Me impacienta la idea de volver a verte.
Pero no, esta es la última vez que te escribo,
Que te recuerdo, que te imagino, que te siento.”


Virginia Gallo

Papá me habla,
papá me mira,
yo escucho.
Papá me recrimina.
Papá
traza y modifica
las líneas de mi mano.
Yo las miro,
ya no son mías.
Pienso, que en el norte tuve
un hermano.
Nos separa un océano, un idioma
y 16 primaveras.
Quizás el cielo allá
sea el mismo.
Y nuestras manos,
parecidas
.


Tomás Etcheverry

sábado, 14 de febrero de 2009

Encuentro 4: Los signos (t.t)


Comenzamos este cuarto encuentro con la lectura de “Las ciudades y los signos” en Las ciudades invisibles de Ítalo Calvino. Inmediatamente luego, las profesoras y ayudantes repartimos diferentes objetos en los grupos. Estos objetos llevaban etiquetas un tanto desconcertantes: un reloj decía llamarse testigo, una piedra se etiquetaba madre, un pañuelo: otro, un libro: revólver y así con varios más.

Luego de que cada grupo observara los objetos y analizara esta extraña situación hicimos una puesta en común en la que analizamos qué pasaba entre esos objetos y esos nombres:

Para Beto “uno ya está acostumbrado y es raro, pero podría ser que una servilleta se llame jolgorio.”
Magalí agregó: “Es una servilleta de copetín, de ahí el jolgorio.”
En el grupo de Johanna lo primero que pensaron es que la lima tenía que decir lima porque el mismo objeto les traía la palabra.
Otra voz precisó que eso no era más que una percepción, que se dispara lo que generaciones y generaciones han dicho.
Jésica comentó que “la imagen nos produce la necesidad de nombrarla.”
El grupo de Laura trató de encontrar una asociación entre los objetos y sus nuevos nombres, pero no pudieron y notaron que esto era porque la unión entre esa palabra y ese objeto no estaban aceptados.
El grupo de Florencia, en cambio, sí pudo asociar:
espejo-deseo: porque me miro y quiero cambiar o no.
tijera-viaje: porque corta con la rutina.
libro-revólver: puede servir como un arma para defenderse.

Entre todos vimos cómo surgía la necesidad de asociar el objeto a la palabra porque ésta no nos remitía al significado real. En ese momento notamos lo arbitrario de cada palabra.

Laura relacionó todo esto con la lectura hecha al comienzo y señaló que la poesía se encarga de generar imágenes diferentes, de jugar con las palabras y los significados como hicimos en el ejercicio. Romina comentó que, justamente, se trata de desautomatizar la mirada.

A continuación leyeron en grupos “El signo lingüístico” de Ferdinand de Saussure y comenzamos a trabajar los conceptos de signo, significado y significante y sus diferentes características: lo arbitrario (inmotivado) del signo, el carácter lineal del significante, la mutabilidad e inmutabilidad del signo, la noción de valor (por ejemplo “mina” en diferentes contextos: mina de carbón, mina en el lunfardo), la diferencia entre lengua y habla.

¡¡Recreo!!




A la vuelta, el profesor Mangone se acercó al Curso de ingreso para charlar sobre la enseñanza de la lengua y la literatura, a continuación pueden leer el registro de la charla…

Encuentro 4: los signos

Invitado del día: Carlos Mangone


Tema de la charla: consideraciones históricas de la enseñanza de la lengua y la literatura


Cronograma de viaje:

Más allá de que puedan existir versiones distintas o nuevos encuadres sobre los problemas de la enseñanza, hay una serie de tendencias generales, predominantes, que son las que se abordarán.


1- la estructura y no el proceso

2- el significado y no el sentido

3- la antología y no lo excluido

4- el significado y no el contexto

5- la obra y no la institución


Las antologías suponen agrupación y como tales también exclusión y, por lo tanto, una paradoja: se enseña la “buena” literatura, pero ¿quién la define? ¿por qué una obra literaria es fallida? Ver y analizar lo malo ayuda a formar el gusto.


Se enseña más a partir del sujeto que produce la obra literaria que a partir del sujeto que la lee y de la institución que la impulsa.


Consejos de supervivencia y práctica docente (muy importantes para la travesía)


Se trata solamente de AGUANTAR (hasta agosto, claro). 

Lo que no me da la institución, lo busco. 

Todo lo que me resulta más difícil hay que profundizarlo.  


Viajando en el tiempo

En cuanto a las problemáticas del lenguaje es necesario hacer una revisión histórica a fin de comprender cómo los alumnos llegan a las aulas con una alfabetización “sui generis” o disfuncional. Estudiar el origen de estas problemáticas es el mejor medio de comprederlas.


Un recorrido histórico posible podría ser el siguiente: 

1- lenguaje artículado: debemos volver a los más tiernos orígenes de la historia, a la época de las cavernas, para comprender cómo la conciencia de una necesidad impulsó la creación de un sistema de signos que, al implicar un trabajo, interrumpe el ciclo de la naturaleza (tal como señala Umberto Eco). 

2- escritura: la aparición de la escritura generó reacciones aristocráticas: ¿quién va a escribir? Como proceso, la escritura es una forma más compleja que la oralidad ya que supone una capacidad de selección y traslación, no se trata sólo de una técnica mecánica, automática. 


3- imprenta: este invento se enmarca en la época del incipìente capitalismo y cobra mayor fuerza en los lugares en los que éste se encontraba mayormente desarrollado (norte de Europa, donde prevalecía el protestantismo). 

Con la masificación de los libros, aparece un nuevo conflicto: la lectura es ahora individual, por lo que el hecho de que las lecturas privadas generen también interpretaciones personales es un peligro del que la aristocracia quiere defenderse. Es esta fuga de sentido la que da  motivo para la creación de un organismo aglutinante capaz de formar lejos de estos desvíos a las mentes jóvenes de la época: la escuela. Nuevamente, aparece la fuerte tensión entre democratización y control.

4- lenguaje audiovisual: la aparición de los lenguajes audiovisuales fueron (y son) una forma de enriquecimiento de lenguajes en la medida en que ambos se conjuguen apropiadamente, pero con frecuencia, ese balance se quiebra y es entonces donde se pone todo el significado en la fuerza de imágenes que los individuos difícilmente pueden reproducir en palabras. Esto produce una tensión entre la imagen y la palabra. Ante esto, la escuela se encuentra con la falta de apoyo y hasta la difamación de los medios masivos, cuyo capital principal es la imagen, imagen que no puede cumplir su función en la medida en que los espectadores pasen su tiempo en la escuela...

5- Informatización: aparecen los procesadores de texto, el hipertexto, monografías.com... lo importante comienza a ser la capacidad de almacenamiento y la velocidad. Hay una abierta circulación de datos y de información de las que los individuos se apropian, pero ¿hay conocimiento? ¿qué función tiene que tener la escuela en función de todo este caudal de información reinante? Hay dos opciones principales: una escuela enciclopédica que se ocupe de los conocimientos a tratar y que los resuelva mecánicamente a partir de procedimientos de memorización (como el análisis sintáctico, que por otra parte es más fácil de evaluar), o una escuela erudita en la que lo que se transmita no sean datos sino conocimiento. Hay cuestiones metodológicas que se explican por cuestiones que la enseñanza no explica.

Encuentro 4: los signos

Las cosas por su nombre
Una vez que terminamos nuestra excursión por la historia de la lengua y su enseñanza a cargo del profesor Mangone, les presentamos una serie de objetos que no tienen el nombre que convencionalmente se les da.

El nombre de las cosas ¿es natural?Alguna de las conclusiones al respecto fueron:
El signo es arbitrario, no hay nada en el objeto que motive su nombre. Cambiar el nombre de las cosas supone saber de antemano el anterior para percibir el cambio, implica otra comunicación.
El cambio forzado obliga a ver distintas las cosas, poner en juego lo que denota y lo que connota cada uno de esos supuestos que proponen los nombres.
Todo está envuelto en signos.

Muchos también establecieron relaciones entre el objeto y el nombre que se les puso:
canario/ coca cola: hasta el canario sabe lo que es la coca cola
godzilla/ lambada: la imposibilidad del baile, porque le falta una godzilla
yerba/ nintendo: viciosNi siquiera las onomatopeyas se salvan de ser arbitrarias (acá los perros ladran diciendo “guau” y allá es “barf”, como señala un compañero). También salen a relucir las connotaciones que no sólo traen las palabras sino también los sonidos.

A continuación leemos tres relatos de “Las ciudades invisibles” de Ítalo Calvino. En todos hay una idea simbólica de las ciudades: en Tamara todo significa otra cosa, en Ipazia la lengua hace referencia a objetos completamente diferentes de los que se supone debería, en Olivia las palabras tienen connotaciones diametralmente opuestas a las supuestas.

Las profesoras presentan el libro Mitologías, de Barthes. El texto que leemos propone una lectura desnaturalizada de una costumbre tan institucionalizada como la de los juguetes. Por un lado, está el niño usuario que es un pequeño hombre, un pequeño consumidor. Los juguetes tienen en él una función adiestradora. Por el otro ,están los jueguetes de madera por oposición a los de plástico. En definitiva se contrastan las virtudes creativas de los juguetes artesanales frente a las adiestradoras y estáticas de los de plástico.

jueves, 12 de febrero de 2009

¿Qué es la literatura?

Tachar lo que no corresponda


La literatura es un lugar/un tiempo/un saber/un punto de vista/un pacto.

Es inútil/ ancestral/novedosa/ maravillosa/escandalosa,

de color amarillo/azul/verde/rojo/rosa,

con olor a tomillo/ pólvora/papel/almohada/caño de escape,

áspera/fruncida/caliente que pela/esponjosa/filosa al tacto y

se la escribe/lee/cuenta/escucha/vive.

Fue creada por autores vetustos/un aerosol/el ama de casa ávida de aventuras/un chico de cinco años/ todos.

Está en bibliotecas/computadoras/mesitas de luz/salas de espera/pizarrones.

Provoca deseos de vivir/angustia/rabia/risa/llanto,

e invita a dialogar/callar/militar/contemplar/amar.

Permite ser gato-perro/ casarse con un príncipe/ matar por amor/ asaltar un galeón y

posee un poder hipnótico/ revelador/movilizador/ paralizador/salvador.

Cuesta horas de sueño/dedicación/adicción/todo el oro del mundo/ “a la gorra”

pero reditúa algo de dinero/ preguntas/bagatelas/viajes/libertades.

Ana Caniggia

miércoles, 11 de febrero de 2009

Encuentro 3: La literatura (turno tarde)




El encuentro comenzó con dos breves textos: Silvia leyó “La función del lector” de Galeano y “La palabra que sana” de Alejandra Pizarnik para comenzar a pensar en las palabras y en la relación de la literatura y el autor/lector.

La palabra que sana - Pizarnik
Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje; alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.


La función del lector / 1

Cuando Lucía Peláez era muy niña, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos.
Mucho caminó Lucía después, mientras pasaban los años. En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquía, y en busca de gente caminó por las calles de las ciudades violentas.

Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su viaje iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia.

Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto lo ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo.
Eduardo Galeano. El libro de los abrazos




Luego, Laura y Silvina propusieron algunas preguntas para debatir sobre qué es la literatura a partir de lo que pensaban los participantes del encuentro, de lo que sabían, de lo que les había suscitado la lectura de los textos anteriores también.
Magali comenzó: “la literatura es un escape y una compañía, es lo que no se quiere ver de la realidad”. Una compañera habló de la creación de mundos, de mundos posibles. Se escucharon por allí otras definiciones: “la literatura es el empleo estético de las palabras”, “es el arte de expresarse”, “permite otras perspectivas”. Para Alberto, “la literatura es un deshogo” y piensa en la escritura también.
Aquí se generó un debate acerca de la lectura y la escritura: algunos opinaban que la lectura tenía que ver con el punto de vista de otros y la escritura era más personal; otros decían que uno se apropia de lo que otro escribe.
Parece que la escritura y la lectura van de la mano: “alguien escribe para que otro lea”. “no puedo leer lo que no está escrito”.
Sin embargo, alguien opinó que “se pueden leer otros códigos, pero esto es interpretar”.
Jésica definió a la literatura como “una forma de conocimiento, por ejemplo de lugares y de tiempos”.
Luego se puso en tela de juicio la brecha entre realidad y ficción, ¿hay algo en el medio?
Johana opinó que sí: “el ensueño está en el medio”, “el sueño se parece a la literatura”, “dormido o despierto”.
Ayelén dijo que “cuando contás algo, un acotecimiento y agregás detalles creás un mundo”.
“Los viajes también”, propusieron.
“Sin realidad no hay literatura y sin literatura hay realidad”, mencionó alguien. Aunque otros opinaron que la literatura y la realidad son complementarias.
Otras voces: “la literatura es un modo de entender la realidad, hace real lo imposible”, “la realidad es literatura”, “no todo lo escrito como ficción es literatura, depende del punto de vista del lector”. Pusieron el ejemplo de El club de la pelea: “el autor parte de una anécdota personal y la recrea”.
Luego, Silvia lee “Borges y yo” de Borges.
Con ese mundo creado, con todas esas ideas debatidas, se propuso trabajar con el texto de Piglia sobre la tesis del cuento en relación con el cuento de Onetti, “El posible Baldi”.
Empezó la charla sobre el cuento: “Baldi contaba con un propósito malévolo para sacársela de encima”. Johana opinó que “Baldi era en exceso tímido y que para salir de la rutina inventa la historia, la excusa era sacársela de encima, vio la posibilidad de ser otro”. Magali señaló que la mujer fue el disparador. Dijeron que “tampoco la quería decepcionar”. Victoria: “el encuentro se da a la noche, tiempo de cambio, cambiar lo que es por lo que quiere ser”.
Se habló de algunos detalles, como los billetes y la empalizada.
Ayelén agregó que “la historia principal es el deseo de liberarse”. Magali: “él tenía tedio de su vida, la historia 2 es que él no era lo que quería ser”.
También apareció la opinión de que la mujer también crea la historia de Baldi, al escuchar sus historias.
Se puso en discusión qué impresión producía Baldi en el lector: “es un esclavo de la sociedad”. Magali dijo: “lo veo como un amigo, a todos nos pasa de querer salir de la rutina”. Una compañera agrega: “pero en el inconsciente hay que ser medio retorcido para inventar esa historia”.
A continuación se leyó “Ana Valerga” y se propuso elaborar un texto de análisis de ese cuento a partir de lo trabajado en el encuentro, que ponga en relación el texto literario con el texto teórico de Piglia, para luego intercambiarlo con un compañero y que este haga una devolución.
Ante el desconcierto y el debate que propició la lectura de este cuento, hablamos los últimos minutos del encuentro sobre él.




imágenes: Iman Maleki